La fuerte demanda interna ha propiciado en estos últimos años un gran incremento de las importaciones, pero esto también ha supuesto una pérdida de cuota de mercado interno para las empresas españolas. También en estos años, el comercio internacional ha crecido fuertemente; en este contexto de crecimiento, las empresas españolas no sólo no han podido aumentar su cuota de mercado internacional, ni siquiera han sido capaces de sostenerla. Podríamos concluir que se ha perdido una buena oportunidad. Es como si el fortísimo crecimiento interno que favoreció una mejora de los resultados de las empresas españolas hubiera tenido también un efecto anestésico sobre su competitividad. Este artículo es el segundo de una serie de tres dedicados al análisis del problema de la balanza comercial y la falta de competitividad de la economía española.