La matriz crecimiento participación se aplica por doquier, sin la menor restricción, como si de un dogma se tratara; y, lo que es, en mi opinión, aún más peligroso, las conclusiones derivadas de su utilización se aplican con la fe del carbonero. Aunque, las más de las veces, los fanáticos postuladores de su uso ni siquiera distinguen con precisión cuál es la magnitud que se contempla en las abscisas y cuál en las ordenadas de la matriz y a que casi ninguna vez utilizan correctamente el concepto de cuota de mercado relativa que se maneja en la misma. Por supuesto, tampoco casi ninguno conoce cuál es el fundamento teórico de la propuesta -la curva de experiencia-, e ignoran que las conclusiones que se derivaban de la matriz están sometidas a una gran cantidad de restricciones.